Travesía Sel de Haya – Cobijón (Sistema de Udías, Cantabria) 2018 3


 

El pasado puente de primero de mayo la gente Viana salimos para nuestra querida Cantabria a hacer varios planes de espeleología y ferratas. Allí nos juntamos un cuajado grupo de socios, que según sus planes iban y venían en fechas diferentes: Emilio y consorte, Dani y Azahara, Jesús y Alicia, Guille, y Pepe, el que os habla.

Este modesto artículo tiene un par de asuntos entrañables, la primera, que en esta salida nos juntamos Guille, Dani y yo, el equipo de fundadores y padres de la patria de nuestro querido club. Hacía más de ocho años que no coincidíamos los tres en el mismo equipo de una salida. La verdad es que la calidad humana y técnica de Dani y Guille, sin desmerecer con esto de la del resto de integrantes del club, ha hecho que nuestra casa sea un vergel.  El segundo asunto «entrañable» que tiene este artículo, es que es el primero que escribo desde hace casi dos años -después de cientos de ellos ya escritos- (la gente de Castilla la Mancha sabe el por qué), y con él estreno personalmente nuestra nueva web.

Esta travesía, de un nivel técnico medio-bajo, tenía toda la pinta de tener un «timing» moderado, como así fue, y de no ser muy complicada, por lo que la noche anterior tuvimos en Calasa la típica tertulia tras la cena, que nos mantuvo ocupados hasta casi las tres de la mañana.

A la mañana siguiente, a eso de las 11, con un ambiente festivo-familiar, todos a Sel de Haya. Teníamos entre los objetivos, el hacer una buena descripción de la travesía, tomar la track de acceso a las dos bocas y hacer un croquis-topo de la parte de mina, para que cualquier otro club pueda en el futuro hacer esta bonita e interesante travesía contando con «todos los datos». Pues bien, hemos cumplido con nuestros objetivos y en 15 días lo publicaremos todo, con topografías a toda resolución.

Una vez llegados al pueblo Cántabro de Rodezas, dejamos allí un coche para la salida por Cobijón y nos fuimos con otro hasta casi la misma puerta de la mina de Sel de Haya.

Bocamina de Sel de Haya desde fuera

Bocamina de Sel de Haya desde dentro

Con esta narración de la salida no pretendo hacer una descripción exhaustiva de la travesía, puesto que como he dicho  la publicaremos en quince días, sino las apreciaciones personales de este bonito recorrido.

La travesía comienza con un cómodo paseo por una galería minera rectilínea en el que vamos siguiendo el tendido electrico que tenemos a nuestra izquierda. Hacemos un giro a la izquierda de 90º, siguiendo dicho tendido, hasta encontrar el primer cabrestante de remolque de vagonetas  mineras.

 

Zapata del desaparecido Cabrestante minero

Desde allí y comenzando la primera rampa, nos desviamos a la izquierda para ver la bonita estación de bombeo de agua de los años 20, que te transporta a la revolución industrial española de primeros del siglo pasado.

Estación de bombeo de agua

Desde allí toca retroceder hasta tomar otra vez la ruta principal que nos lleva a la larga y rectilínea rampa descendente, que finalmente y tras vadear una zona inundada, nos lleva, siguiendo raíles mineros, hasta los primeros soplaos. La ruta no es difícil hasta encontrar la famosa escalerilla, pero que duda cabe, que para futuras incursiones todo se simplificará.

 

Zona de galería minera inundada

Uno de los primeros soplaos

Quizá lo más sorprendente hasta la escalerilla sea el paso por «El Gran Pozo«, que dejamos a nuestra izquierda y abre un un nuevo soplao que comunica otra vez con el sistema de Udías. Este pozo, de dimensiones sobrecogedoras, puede pasar de los 40 m y la vía férrea de vagonetas lo circunvala pegado al abismo, por lo que habrá que tomar precauciones.

Ventana tras el Gran Pozo que lo comunica

Cogemos un cruce posterior a la derecha en donde la vía parece caer en un desfonde, y allí una cómoda senda que lo desciende nos lleva entre escalones tallados a la ansiada escalerilla que ya pincha con el curso principal del sistema de Udías. Unos metros antes de llegar a la ventana de la escalerilla podemos disfrutar del curioso Belén que los espeleólogos han hecho mientras duran las esperas para el descenso.

El Belén

La Escalerilla

La Escalerilla en cuestión, no está en mal estado, pero el día que se vaya, la torta va a ser mayúscula, puesto que justo en su base y a la espalda del visitante, hay otro desfonde de otros diez metros.

Desde allí se prosigue el camino de la izquierda, mirando a la escalera, y seguimos una senda marcada que nos hará pasar por dos cúmulos de derrubios de escombro minero tirado por los pozos que anteriormente bordeamos.  Así alternamos zonas de senda muy marcada con escaleras talladas o construidas para facilitar al visitante las trepadas o destrepes.

Llegamos a un quita-miedos que con la ayuda de una cuerda nos hace cruzar el río sobre un bloque empotrado. Tras él y a los pocos metros llegamos a una bonita galería horizontal.

Quitamiedos sobre el curso activo

Bonita galería horizontal

Cruzamos el río en varias ocasiones llegamos a la tirolina, que Guille, Dani y Alicia cruzaron. Los demás lo hicimos por el sencillo pasamanos para evitar penurias.

Pasamanos

Tirolina

A los pocos metros cruzamos «la Colada», quizá uno de los paisajes mas bonitos de la travesía y en donde paramos para recrear la vista.

La Colada

Tras la colada volvemos a cruzar el río en varias ocasiones, cruzando alguna zona de techo bajo hasta llegar a una salta de buenas dimensiones donde parece que el río se pierde entre dos grandes bloques. Alli cogemos un camino a la derecha que asciende una gran tolba de de bloques y que circunvala la sala hasta llegar a las cuerdas (E20) que nos sacan a unas galerías superiores cómodas, Galería del Vivac,  que nos harán continuar siguiendo una sencilla zona balizada con cable de sedal.

La Galería del Vivac comienza cruzando un balcón a la derecha con un par de zonas de cierta exposición.

El balcón de la Galería del Vivac, zona de cierta exposición

A partir de allí seguimos la zona balizada sin salirnos, para cuidar el espectacular entorno que atravesamos.

Zona balizada

Tras la zona balizada, bajamos nuevamente al río, pasamos la gatera, bordeamos la Sala Chechu y por fin en los pasamanos de salida. La topo los llama «Pasamanos de la Muerte», pero son realmente divertidos. Te hace cruzar una amplia zona del río, que se encuentra encañonado, por su parte más alta y a mi me resultó una de las zonas más bellas de la cavidad.

 

Parte intermedia de los pasamanos de Salida

Estos pasamanos tienen varios tramos, separados entre ellos por cuerdas ascendentes o descendentes.

Pasamanos

Tras los bonitos pasamanos de Cobijón, ¡a la calle! Hay que tener un poco de cuidado en la misma boca de la cueva, puesto que una cuerda fija nos ayuda a bajar un tramo exterior expuesto.

Desde allí ya sólo cruzar unas praderas y llegar hasta el coche.

Praderas de salida

Os dejo el croquis de la mina de Sel de Haya. No me consta que esté publicada en ningún sitio. No es una «topo», sino un croquis para poder cruzar el laberinto de la mina de forma directa. También os aconsejo no descargar el jpg, porque en la zona de descargas de esta web, en el apartado de Cantabria la tenéis a toda resolución, junto a toda la documentación de la travesía, con la topo completa de Cobijon, también a toda resolución.

Croquis de Sel de Haya

Pepe Serrano

Club Viana 2018

 

 


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