Torca del Carlista


La Torca del Carlista, con la sala mas grande de Europa, es una de esas cavidades a las que todo espeleólogo quiere ir; los que no la conocen por lo que oyen hablar de ella y los que ya la conocemos porque sencillamente te atrapa…quieres repetir ese rapel que te descarga de adrenalina…quieres recorrer de nuevo sus salas, descubriendo siempre nuevos y maravillosos rincones que antes no habías visto o simplemente no recordabas…siempre sorprendente y majestuosa (como decía Julian) nunca defrauda.

Para esta nueva salida íbamos en principio Cesar, Julian, Ivan, Noe, Ali y Guille que se iba a pegar un palizón, pues llegaba en un vuelo el viernes noche y se iba directamente para Ramales donde le esperaríamos el resto para hacer la Torca el sábado.

Ivan, el viernes se encuentra con fiebre y nos avisa que no viene, de este modo decidimos ir en un solo coche, aunque viendo el coche de Julian hubiéramos cabido todos con equipajes y material incluido, pedazo de maletero!! . Noe y yo salimos de Guadalajara para encontrarnos con Julian y Cesar en La Cabrera, puesto que ellos vienen desde Madrid. Nada mas comenzar el viaje recibimos un whatsapp de Guille…le han cancelado el vuelo y se cae del plan!!…el grupo se reduce

Llegamos al albergue de Ramales a eso de las 7 de la tarde y estaba repleto de espeleos de diferentes puntos de España, pues había un curso de espeleorescate de la Federación, menos mal que habíamos llamado para reservar cama.

Después de instalar nuestro equipaje, saludamos a Rocio y nos damos un paseo por Ramales para hacer tiempo hasta la hora de la cena, prontito a la cama que mañana madrugamos…

Nos levantamos a las 6:30 de la mañana, buen desayuno y partimos hacia Ranero cogiendo la carretera que indica la cueva turística de Pozalagua, pocos metros antes de llegar al parking a mano derecha sale la senda de aproximación a la Torca del Carlista y ahí aparcamos el coche y empezamos a vestirnos de “romanos” y a preparar el material

Comenzamos la aproximación subiendo por la senda que al principio va muy cerca de la antigua cantera, hoy día convertida en un auditorio, en ese momento sale el sol por detrás de las montañas y la escena es digna de pararse un momento

Una vez por encima de la cantera nos dirigimos hacia la derecha ascendiendo hasta una explanada desde la cual tenemos un esplendida panorámica del mar hacia un lado y del valle de Karrantza hacia el otro

Ahora, giramos a la izquierda y nos adentramos en el lapiaz ascendiendo en busca de la boca

En un momento dado, saco el GPS, y me doy cuenta que nos hemos pasado la boca, esta arriba del todo, pero un poco mas atrás…a trepar por el lapiaz!!…es que los de Viana, si no trepamos no nos vamos contentos!!

Acabamos subiendo justo en la cúspide del Pico del Carlista… pues bien!! yo no lo conocia…ya tengo un nuevo pico en mi lista…

La boca se encuentra a unos 50 metros y en un momento damos con ella

Comenzamos la equipación

Julian listo para entrar

Bajamos el P-30 y nos encontramos en el pasamanos de la repisa

Seguimos con el P-18 alcanzando el nicho, donde me costo encontrar un spit en buenas condiciones, porque estaban llenos de barro y no entraba bien el tornillo

Continuamos con el P-12 que se abre en un leve indicio de lo que vendrá después…se acerca el abismo y las mariposas empiezan a revolotear por el estomago.

Pensaba que en esta ocasión no me impactaría, me equivoque!!. Será porque iba la primera y me encontré la abertura a la gran sala tan vacía…tan sin cuerda, ni pasamanos…la torca me volvió a ganar la partida y de nuevo me impresiono…creo que siempre sera así!!

Una vez en la repisa, fracciono y le doy el libre a Cesar, quiero que baje ya!! a darme ese «calor humano» que te proporciona la cercanía del compañero. Mientras baja voy montando los pasamanos que nos facilitaran la estancia en la repisa y el acceso a las cuerdas de 100.

Me doy cuenta de que los parabolts de la izquierda de la cadena de descuelgue no tienen chapa; llega Cesar y entre ambos decidimos que la segunda cuerda la montaremos desde la  nueva y brillante cadena de la repisa y utilizamos la vieja y oxidada cadena de enfrente como desviador…perfecto!!

En estos entre-tantos estaba Julian impaciente:
– ¿Esta libre?
– Noooo!!
– No tiréis la cuerda hasta que llegue yo a la repisa eehh!!, que quiero oirla caer!!
– Tranquilo Julian, que te esperamos

Una vez montado todo el tinglado con todas las cuerdas y pasamanos unidos entre sí, y por supuesto, con Julian ya en la repisa, tiramos la primera cuerda…fffffffffffff…sobrecogedor!!

Julian y Cesar llevan unas linternas de 1000 lumens y alumbran hasta el suelo de la sala (yo quiero una de esas!!) y sorpresa!!…parece que la cuerda no llega al suelo, ¿sera posible que se comprasen las cuerdas cortas?…voy a matar a alguien!!. Cesar se ofrece voluntario para bajar ha comprobarlo; perdón por mi asesinato imaginario, la cuerda si llega al suelo, habíamos confundido una coca, producto del rizo de la cuerda, con el nudo de fin de cuerda balanceándose en el aire.

Resueltas las dudas y ya con Noe en la repisa Julian tiene el «honor» de lanzar la segunda cuerda

El descenso a la gran sala de Jon Arana,con sus casi 100 metros volados en la inmensidad, no deja a ninguno indiferente

Nada mas poner los pies en la sala te encuentras dándote la bienvenida a la Virgen de Karrantza que bajó Jon Arana el día que accedió a la Torca por ultima vez

Antes de marcharnos a visitar la sala tuvimos la genial idea de colocar un luminoso intermitente lo mas alto posible de la cuerda para facilitar su localización al volver

Comenzamos a bajar destrepando entre bloques y poco antes de llegar a la galería nos encontramos con estos gours

Comienzan las formaciones y todos vamos parando aquí y allá para admirar cuanto nos rodea

Julian no se pudo resistir a probar el agua cristalina que recogían en algunos puntos los goteos de las formaciones, a pesar de que algunos le auguraban una estupenda diarrea

Bajamos la cuerda de nudos que nos acerca a la sala Aranzadi

Y de nuevo en esta sala formaciones por todas partes

Llegando casi al final de la sala hay un rincón que yo antes no había visto…si no lo recordaría seguro!! maravillosas excéntricas!!

A esta la bautizamos «cola de escorpión»

No hemos llegado a ver el «sifón» terminal, pero queremos estar fuera pronto para volver a casa en el día, nos hacemos la ultima foto

Ahora toca desandar el camino recorrido, es casi imposible perderse, pues basta con seguir los hitos y reflectantes siempre en sentido ascendente.

Pronto llegamos a la gran sala y de nuevo trepamos por los cientos de bloques hasta dar con las cuerdas, ya podíamos buscar el indicador luminoso!! jaja… debía tener un temporizador porque estaba apagado, pero lo cierto es que se encuentran sin dificultad.

Descanso, comer algo y beber y comenzamos la crono-subida…luego los reproches y las risas. Julian y Cesar se quedan con la poco grata tarea de desequipar y a las 6 de la tarde estamos todos fuera.

La vuelta al coche se realizo rápidamente y sin perdida alguna, amenizada por las teorías de Julian respecto a lo infinito del universo

De vuelta a Ramales, una ducha en el albergue, cena rápida, despedida y vuelta a casa

Acceso, Descripción, Topografía y Ficha Técnica imprimible, en la zona de descargas de este página

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