Jornadas de trabajos múltiples en las simas Juan Herranz I y II


trabajos múltiples en las simas Juan Herranz I y II

El pasado viernes 3 de marzo salimos Pedro Guillén y el que suscribe (Pepe) con dirección Villanueva de Alcorón con una multitud de tareas y objetivos, entre los que se encontraba, evidentemente, que todo el mundo disfrutara y se lo pasara en grande en la Serrezuela de Valsalobre. Finalmente, y con la actividad ya concluida, puedo hacer un balance muy satisfactorio: 24 miembros de Viana implicados, todos los trabajos previstos terminados, cuevas una y ora vez, compartir unos y otros, un fin de semana tremendamente divertido, ambiente de refugio para dar, tomar y aburrir, … que más le podemos pedir a la vida.

Cuando llegamos a la Torreta nos pusimos a descargar el abundante material que traíamos, tanto de trabajo como de instalación, y por supuesto los víveres para las 24 personas que estarían todo el fin de semana. El coche de Pedro parecía, por el cargamento que llevaba dentro, recién venido del ferri de Algeciras.

Al terminar de descargar aparecieron Ángel, Epar e Iván y comenzó a llover con intensidad. Aún con ese pequeño contratiempo, eran tales las ganas de ponernos a trabajar en nuestras queridas Juanas que nos dio igual.

Hicimos dos grupos, uno compuesto por Pedro y yo cuyo objetivo era instalar la Juana II en fijo por la Vía Clásica, bajar al río y subir río arriba hasta localizar los tres aportes laterales que nos había indicado Javier Y. y tomar dos muestras de agua de cada uno, marcarlas, empacarlas y para afuera. El otro grupo, por otro lado, formado por Ángel, Iván y Epar, bajarían la Juana I instalando las dos vías de los 45 primeros metros del P98 de entrada. Desde allí, cruzando la Sala y la galería de Arcilla, instalar en fijo el pozo de las Perlas y verter allí determinada cantidad de un «preparado» cuyo efecto al medio y a los seres vivos es cero. Evidentemente el objetivo era determinar el destino de las toneladas de agua que contiene la vasija del Lago de la Perlas. Para ello, Ángel, Iván y Epar tomarían también muestras del agua del lago, antes y después del vertido.

Nos marchamos del refugio todos a la vez y en torno a las 6:30 de la tarde. Fuimos afortunados porque dejó de llover, pero comenzó a nevar, que gracias a Dios no cala.

En poco menos de hora y media ya estábamos río arriba tratando de localizar los tres aportes laterales que indica la topografía. Nos llamó poderosamente la atención que fuera estuviese lloviendo y nevando, y el agua aún no hubiese llegado a los pozos. La Juana II estaba por dentro totalmente seca, lo que nos facilitó el trabajo y contribuyó a convertir nuestra incursión a la cavidad en un verdadero «disfrute». Como nunca hay nada perfecto, hizo de contrapunto y de elemento amargo el ver que algunos desalmados (ratas de cloaca más que espeleólogos) había robado varios de los anclajes en fijo del P68 y del P14. He de deciros que este asunto fue el monotema de conversación entre Pedro y yo toda la tarde: ¡Qué gentuza!


Juana II río arriba
Aporte, río arriba donde por ubicación más esperanzas teníamos
Pedro marcando las muestras tomadas de agua

Dejamos la Juana II en fijo porque había que sacar también los dos días siguientes muestras de agua para analizar. Salimos ya tarde y nos encontramos el refugio abarrotado. Habían llegado Guillermo, Antonio y Quique de Guadalajara y Madrid; los de la Juana I también estaban ahí con los deberes hechos y un poco agotados del «vertido» y de tomar muestras. También nos encontramos en la Torreta a Fernando Vallecillos, Elena, Miriam y Héctor. Con un equipo tan cuajado de «Vianos» podéis imaginaros que no escatimamos en medios para la magna cena y lo mejor de todo, la estupenda y grata velada. La gente comenzó a irse al saco a partir de las 2:00 de la mañana, pero el equipo escoba nos acostamos a las 4:30. ¡Qué horas! Ya veis que teníamos mucho que contarnos los unos a los otros, bueno unos más que otros.


Ambiente de refugio el viernes por la noche

Esa noche le contamos a Fernando Vallecillos (Pte. de la comisión de conservación y reequipación de la FCME) el triste suceso de rapiña que habíamos sufrido en la Juana II y decidió ir, con Héctor y Miriam, el día siguiente y reequipar con químicos la zona de esa cavidad hecha en su día por él mismo con parabolt.

El sábado por la mañana aún esperábamos a más gente de Viana, que fueron llegando según nos fuimos levantando. Así aparecieron Saúl, Manoli y Álvaro, Juanjo y su hermano, y un poco más tarde Javier Yélamos; ¡ya éramos multitud!

Después del copioso desayuno formamos los distintos equipos de trabajo para las múltiples tareas a cubrir:

Equipo 1: Compuesto por,

Guillermo
Saúl
Antonio

Objetivo:
a. Tomar muestras de agua de los tres aportes río arriba.
b. Alcanzar la chimenea final de la Juana II y retirar los restos de las tres bombas de humo abiertas allí hace ya tres años.

Equipo 2: Compuesto por,

Ángel
Pedro
Héctor
Miriam

Objetivo:
a. Bajar completamente el P98 de entrada.
b. Ir al pozo de las Perlas tomar muestras de agua y desinstalarlo.

Equipo 3: Compuesto por,

Fernando Vallecillos
Elena
Juanjo y su hermano
Álvaro
Manoli

Objetivo: Práctica de iniciación con los tres nuevos en los primeros 45 m del P98 de entrada de la Juana II, montada con dos cuerdas paralelas.
(sólo sábado por la mañana)

Equipo 4: Compuesto por,

Iván
Epar
Quique

Objetivo: Son el equipo de superficie. Volar un dron sobre las simas y hacer un documento gráfico de las diversas actividades.

Equipo 5: Compuesto por,

Javier Yélamos

Objetivo: Hacer los debido análisis a las muestras de agua obtenidas el día anterior para llegar a unas conclusiones que nos puedan hacer comprender mejor el comportamiento hidrológico de ambas cavidades.

Equipo 6: Compuesto por,

Pepe

Objetivo: También forma parte del equipo de superficie. Se encarga de la comida, de hacer una estupenda paella y de que en la Torreta no se pase necesidad.


Preparándose para el trabajo
Más preparativos

Todo el mundo salió del refugio hacia a las dos simas hermanas y allí aparcamos unos ocho vehículos, que se sumaron a los otros tres ya aparcados y de dueño desconocido. Poco nos duró la duda, porque pronto vimos a Pedro de Hoz, uno de los antiguos del Alfa de Madrid que había venido con un buen equipo de la «gentecilla» de su club. Y les llamo «gentecilla» por lo jovencitos de los socios de su club, que pocos pasaban de veinte años.


Multitud en la boca de las Juanas
Grupo «Curso de iniciación»

Tuve la ocasión de hablar largo y tendido con Pedro, de charlar de lo novedoso de su club, de actividades hechas por la zona y de los permisos que ahora se requieren. Pues bien, en esas estamos cuando aparecen los que faltaban: los forestales. Con un impresionante todo terreno con múltiples antenas y los logos de la Junta de Comunidades de Castilla la Mancha. Los dos agentes vinieron hacia Pedro y hacia mi con cara de pedir explicaciones de semejante concentración. Les enseñe el permiso concedido por la JCCM junto a mi licencia y se quedaron con nosotros dos durante media hora disfrutando de la grata charleta.

Iván voló el dron un par de veces y Fernando V. comenzó el curso de iniciación con los Elena, Juanjo y su hermano. Álvaro y Manoli le echaban una mano para poder ir descendiendo la Juana I por parejas. Tras ellos entraban en la misma sima los de Alfa, que esperaban pacientemente

Eparco y el que suscribe nos volvimos al refugio para ir preparando la paella y que estuviera lista poder dar el merecido agasajar a todos después de su jornada de trabajo. En el refugio estaba Javier analizando las nuestras recogidas en el Pozo de las Perlas de la Juana I y las recogidas en los afluentes laterales de río de la Juana II aguas arriba.

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Javier en su laboratorio. La Torreta parecía la Universidad Autónoma de Madrid

Iván, Quique, Javier, Elena y un poco más tarde Manoli, Álvaro, Juanjo y su hermano, fueron tomando posesión del refugio y comenzamos el «paelleting», que según comentaron, no salió del todo mal. Después, el consabido pacharán y la interminable conversación al calor de la chimenea que convierte esos momentos en algo inolvidable.

Fernando, Miriam y Héctor se dirigieron directamente a la Juana II a reequipar la parte baja de la cavidad, una vez terminada su labor en la Juana I. Allí se juntarían con el equipo de Guille que andarían en ese momento por la chimenea de la zona terminal del río.

Equipo «Río Juana II»
Saúl tomando muestras de agua río arriba

Antonio en el laminador final del río

Saliendo del Meandro del Suplicio para retirar las bombas de humo del 2015

Fernando y su equipo comenzaron a reequipar en la zona de los bloques empotrados del P68 y terminaron en la zona de las cuerdas fijas del R5+P5. Fue una verdadera paliza la que se metieron ese día, pero consiguieron colocar los 14 anclajes químicos que tenían previsto y no dar ya opción a que vuelvan a robarlos.

Miriam reequipando la cabecera del P14

En el refugio, mientras tanto, se estaba viviendo una verdadera fiesta. ¡Paella, cervecita fresca y vino para todos!
El grupo Alfa también volvió de sus labores y entre la «multitud» concentrada en el refugio se palpaba el buen ambiente, la cordialidad e incluso la euforia. Las conversaciones, como os podéis imaginar eran, cuevas, cuevas y más cuevas. La pobre Elena llegó, según me da a mi la impresión, hasta el punto de saturación.


Paella en marcha
El refugio parecía un restaurante de la calle Bardales

Por fin llegaron los dos equipo que faltaban, los del río de la Juana II y los reequipadores, y … más paella, más cerveza y más vino. Al cabo de un rato se fue marchando todo el mundo, hasta quedarnos Pedro y yo con los de Alfa, que compartieron con nosotros otra estupenda velada, aunque mucho más modesta y sobria que la noche anterior.

A la mañana siguiente, ya domingo, desayunamos placidamente esperando a Dani, Azahara, Ana y Paco, que se plantaron allí enntre galleta y bizcocho. Nos vestimos todos de romano y nos fuimos a la Juana II otra vez, pero ahora con la misión de descender, coser las cuerdas fijas sobre los nuevos anclajes químicos y volver a coger muestras de los aportes río arriba.


Dani colocando las cuerdas fijas del R5+p5trabajos múltiples en las simas Juan Herranz I y II
El tercer equipo de recogida de muestras y desinstalación

Fue un disfrute el descenso sobre cuerdas ya instaladas, pero además Dani y su amigo se encargarían de desinstalar y yo saldría sin saca y con Ana y Azahara de turista.
Así, y sin ningún percance, lo hicimos y en un plis-plas estábamos fuera. Volvimos todos otra vez al refugio de la Torreta donde comimos y ya sin sobremesa recogimos el tenderete y para casa.

Nota: Javier Yélamos ya ha analizado las muestras y tenemos buenas noticias.

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