ESCALADA CLÁSICA EN EL PICO DE LA MIEL


 

Jorge Gómez Priego

 

Escalar el Pico de la Miel era una tarea que teníamos pendiente Fernan (Fernando Muñoz) y yo (Jorge). Llevábamos mucho tiempo queriendo escalar esta majestuosa mole de granito de La Cabrera.

Así que decidimos que el sábado 7 de enero tenía que ser ese esperado día. Decidimos quedar temprano, a las  9.00 AM en la Comisaría de San Blas.

El día se presentaba fresquito.

La mañana se preludiaba fresca, luego no fue para tanto

A las 10.30 AM, después de haber dejado el coche en el parking de la gasolinera Repsol del aparcamiento del Cancho del Águila y desayunado en el Restaurante, nos dirigimos hacia la base de las vías de escalada. Nuestra idea era empezar con la Vía Ezequiel y continuar con la Vía Espolón Manolín.

La ruta que tomamos de aproximación es la siguiente:
https://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=16072904

Una vez en la base de la Vía Ezequiel, preparamos el material y los cacharros y deliberamos quien de los dos abriría cada uno de los largos. Esta vía se compone de 5 largos, 130 metros de longitud y un grado de dificultad de V. Es una vía de escalada clásica sin equipar, en la cual lo único que se encuentra equipado son las reuniones de los cuatro primeros largos, por lo que se debe de llevar un buen puñado de friends, empotradores, anillos y cintas.

Finalmente decidimos que yo abriría el L1+L2 uniendo estos en un mismo largo de 40 metros de longitud y a Fernan le tocaría ir recogiendo, jeje. El primer largo es un diedro tumbado y el segundo largo es una fisura con muchos agarres.

Fernan llegando a la reunión del segundo largo

En la reunión del segundo largo, le toca coger la iniciativa a Fernan y abrir el tercer y cuarto largo. En el tercer largo (L3), de 30 metros de longitud, existe un tramo que transcurre por una cueva en la cual había un poco de humedad, lo que hacía que los pies de gato no fuesen muy fiables, pero lo superamos sin problemas.

Fernan en la reunión del cuarto largo
Disfrutando de las vistas en una repisa próxima al cuatro largo

Superamos el cuarto largo (L4), de 35 metros de longitud por chimenea vertical y con muchas setas, y nos dispusimos a realizar el último largo de la Vía, L5, de 25 metros de longitud. Este me tocó abrirlo a mí (Jorge).

Cuando llego a reunión, hay que recordar que esta es la única reunión que no se encuentra equipada. Se monta reunión con triángulo de fuerza a través de dos friends y un anillo anclado a la roca. A continuación corona Fernan, ¡ya nos llevamos la Vía Ezequiel puesta, yujuuuuuú!

A continuación, nos dirigimos a realizar el descenso, no hay tiempo que perder. El descenso lo realizamos bajando desde la cima a través de bloques con tendencia a la derecha hasta llegar a un callejón donde se destrepa con algún paso de grado IV sin excesivo riesgo.

En poco tiempo estamos de nuevo en la base de la Vía Ezequiel, donde paramos a comernos unos bocadillos. Después de reponer fuerzas nos dirigimos hacia la base de la segunda vía de la jornada, El Espolón Manolín. Esta vía se compone de 6 largos, 210 metros de longitud y un grado de dificultad de 6a. Es una vía de escalada clásica sin equipar, en la cual lo único que se encuentra equipado son todas las reuniones, por lo que se debe llevar el mismo material que para la Vía Ezequiel.

En esta ocasión determinamos que yo (Jorge) abriría los dos primeros largos y que Fernan abriría los cuatros últimos.

El primer largo (L1) consta de 35 metros de longitud y el segundo largo (L2) de la misma distancia, 35 metros también. Ambos transcurren por una fisura.

Comenzando el tercer largo
Fernan metido en el turrón

El tercer largo (L3), este ya abierto por Fernan, es el más corto de la vía con 25 metros y transcurre por un diedro en bavaresa.

Placa identificativa de la vía ubicada en la reunión del tercer largo

Cuando llegamos al cuarto largo (L4) de 35 metros, el más vertical de todos y el cual posee varias variantes, decidimos acometerlo de frente por la fisura central. Esta variante posee cuatro parabolts en un tramo de unos 10 metros. Una vez superamos estos 10 metros equipados hay que seguir jugando con los Friends.

Jorge en la reunión del cuarto largo
Uno de los auténticos terratenientes del Pico de la Miel

Continuamos la vía y liquidamos los dos úlimos largos, también en fisura, (L5) de 35 metros y (L6) de 45 metros. Para volver a coronar otra escalada de este mítico pico de la Comunidad de Madrid.

En la última reunión, Final de la Vía Espolón Manolín
Flamante monolito en la cumbre del fabuloso Pico de la Miel

Realizamos la «foto de la victoria» en el monolito de la cima y descenso por el mismo lado que en la primera ocasión. Al llegar a la base de las vías recogemos los «bártulos» y rumbo hacia el coche, al cual llegaríamos sobre las 17.00, finalizando, muy a nuestro pesar, la jornada de escalada clásica, pero eso sí,  con un muy buen sabor de boca y con ganas de más

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