Arañonera, A31-T1 (2ª Parte)


Dentro de la ya clásica Semana Grande de Viana, este año nos hemos dedicado a conocer un poco mejor el gran sistema español de Arañonera. Este sistema, explorado por el E.C. de Gracia, es el de mayor desnivel entre bocas de España y el segundo del mundo. En cuanto a recorrido es sobrepasado, en la Red del Silencio (Rasines, Cantabria), por la travesía clásica Caballos-Valle con sus 11.200 m, aunque no desmerecen los 9.855m que dista la C.7, boca superior, de la Cueva de Santa Elena, surgencia del sistema.
La diferencia de altura entre bocas es de 1.338 m, lo que le convierte en el “gran sistema español”. Aunque en profundidad es inferior al sistema Austriaco de Lampechtsofen, sigue mantienendo la hegemonía universal como travesía de mayor desnivel entre bocas, sin paso de sifones.
Las bocas de esta “joya de la corona” son C7, S50, S1, S3, A31, T1 y Cueva de Santa Elena.
Como toda travesía pirenaica, es de gran dureza y sólo apta para espeleólogos expertos. La temperatura media es de 4°- 6°, lo que pondrá a prueba nuestra resistencia física, sin dejar de lado las dificultades técnicas de todo tipo a las que nos tendremos que enfrentar.
En principio teníamos intención de hacer A31-T1-Santa Elena, pero por cuestiones de logística, y fundamentalmente por no cargar con los neoprenos, ni entrar por T1 con el único propósito de dejarlos en la Bifurcación, decidimos fraccionar la travesía en dos jornadas.
El martes haríamos T1-Santa Elena y el jueves A31-T1. Sobre el tramo T1-Santa Elena, Alicia os contará en breve con pelos y señales, y sobre el tramo A31-T1 seré yo el que os lo cuente.
De A31 teníamos pocos datos, los que podéis encontrar todos en la red, pero pusimos nuestra red de contactos a funcionar y finalmente lo conseguimos prácticamente todo.
Como la aproximación por el valle de Otal está cerrada con un candado y nuestros contactos no llegan para que nos abriesen la pista cerrada al tráfico rodado, decidimos hacerla desde la T1. Guille, Pedro, José María, Quique y yo comenzamos la tarde del jueves la aproximación por el valle del Turbón hasta T1.

Grupo de subida a T1

Al llegar a la boca, la Grallera del Turbón exhalaba una corriente de aire gélido que paralizaba el ánimo de cualquiera.

Boca T1 Arañonera

Allí, a pie de boca, y con aire acondicionado gratis, pernoctamos después de los 700 m de desnivel alcanzados desde el camping de Bujaruelo.

A la mañana siguiente, tempranito, partimos Turbón arriba hasta el collado de Otal, desde donde ya se vería la Dolina Helada en la que a 2.400 metros de altura, se encuentra A31.

Subida A31

Pendiente de la aproximación a la boca A31

Vista de la llegada al collado de Otal

Vista desde el collado de Otal de la zona de la boca de A31

Las dimensiones alpinas de Pirineos resultan sobrecogedoras, y tras un breve descanso en el collado de Otal, desde donde ya se vislumbraba nuestra deseada dolina, proseguimos la marcha.
No resultó sencillo terminar los últimos 1.000 metros de aproximación sobre canchales, pero el ánimo era alto.

Pedrera de llegada A31

Por fin, y tras tres horas de aproximación desde T1, llegamos a la boca de nuestra esperada A31. Los ánimos se vinieron arriba al observar que la boca no estaba cubierta por la nieve, como no es raro que ocurra.

Grupo en la boca de entrada de A31

Descansamos un poco, comimos unos bocadillos, nos vestimos de romano, … y para dentro.

Comencé encabezando la expedición y tuve que hacer verdaderas maravillas en el primer tramo helado, un meandro de 45º de pendiente, cuyo pasamanos estaba pillado por el hielo.

Primer tramo helado

Bajada inicial

Tras la zona helada, la única estrechez de la travesía es la Puerta Angosta, en donde nos cambiamos las tornas Guille y yo. Guille iría delante y yo le iría cantando los pozos.
Tras la estrechez, bajamos un P7 y seguimos por un meandro que continuamente se desfondaba en resaltes.

Resaltes iniciales

Después la famosa gatera de 7 metros, que resultó ser una galería de techo bajo y un poco estrecha, y con un giro de 180º, llegamos al primer pozo en condiciones, el P55. Las informaciones que teníamos sobre este pozo eran contradictorias y la tensión se mascaba en el ambiente, pero ¡tachán! la información que nos había pasado nuestro contacto y amigo de GREIM de la Guardia Civil de Boltaña era correcta, este pozo, al igual que toda la sima, disponía de unas cadenas inox. resplandecientes. Lo bajamos con un ambiente festivo sólo comparable a las noches de refugio, y tras un péndulo llegamos al P18.

Bajada sima A31

Tras un nuevo péndulo alcanzamos la galería que nos llevaría a la balconada del pozo de la Carcoma, P45, para después bajar la impresionante rampa que tras varios pocetes nos llevaría a Cuatro Caminos.

Pasos en fijo antes de cuatro caminos

Pasos antes de cuatro caminos

Bajada antes de cuatro caminos

Aquí pudimos ver la continuación hacia la Galería de la Esperanza, ruta hacia S1, y de frente nuesto camino hacia T1.

Primer pasamanos tras la sima

Desde allí cruzamos el primer pasamanos, dejamos atrás la Esquina, sorteamos los dos derrumbes y continuamos nuestra marcha.

Galería zona horizontal

El primer plato fuerte era el pasamanos sobre el primer P50, que cruzamos sin mayor problema haciendo uso del espectacular pasamanos que lo rodea por la izquierda.
Desde allí, sucesivos tramos de galería más o menos incómodos hasta llegar al Punto 59 donde bebimos agua, comimos y descansamos un poco.

Pasos antes de pozo pánico

Guille

Espera en escalada olímpica

A partir de aquí, la siguiente dificultad sería la Escalada Olímpica, de 17m y sobre cuerdas fijas. Unos 150 cincuenta metros más de galería y el paso sobre el P71, Pozo del Pánico, que abre la vía de la Cola de Caballo. Este paso es sobrecogedor porque a tus pies se queda un abismo similar a las grandes bóvedas españolas. De esto eres consciente al oir el impresionante eco que se genera en sus proximidades.
Este pozo se llama «del pánico» porque antaño se cruzaba sobre él sin pasamanos. Sólo de pensarlo se me ponen los pelos como escarpias.

Paso sobre el pozo del pánico

Muy próximo al P71 nos encontramos con el segundo P50, que sorteamos con otro espléndido pasamanos. Este segundo pozo era de unas dimensiones que sobrepasan lo ya conocido.
A los pocos metros de franquear esta dificultad, se nos abrió un meandro desfondado, del que finalmente alcanzamos su base a través de cuatro pozos consecutivos de 6, 5, 3, y 22 metros.

Bajada del desfonde de la galería

Desfonde

En nuestro equipo no decaía el ambiente festivo, pero os he de reconocer que, en la medida en que se acercaba el tercer P50, el de el Enlace, se empezaba a hacer el silencio. Sabíamos que una galería que comenzaba a desfondarse por su parte central terminaría en un P50 de 20 metros de diámetro que tendríamos que cruzar con una tirolina. Cuando llegamos al pozo en cuestión, nuestra galería parecía un insignificante balcón ante el vacío. Lo que se siente al cruzar esa tirolina, o se vive, o no se llega a valorar.

Cuerdas fijas antes de la tirolina

Para cruzarla es imprescindible el uso de poleas para no deteriorar ninguna de las tres cuerdas fijas que, en perfecto estado, atraviesan el pozo.

Como la tirolina no tiene pendiente, a partir de la mitad del recorrido has de remontar con la ayuda del puño. Impresiona más ver cruzar a los demás que hacerlo tú mismo.

A partir de ese pozo la galería se vuelve más amable, y sabes que en apenas hora y media estarás en la base de T1, pero como es Arañonera, los cómodos paseos pronto se truncan en aguerridos pasamanos que sortean cientos de desfondes.

Tirolina sobre el pozo

La siguiente dificultad la «Escalada Electrón«, un antiguo paso de escalas que hoy se hace sobre cuerda fija y sin mayor problema. La escalada en cuestión consiste en un meandro al que hay que bajar, para volver a subir a los sesenta metros de recorrido. El suelo del meandro es liso y cómodo.
Inmediatamente después, comienzan los infinitos pasamanos sobre un desfonde central de más de cien metros. La verdad es que estos pasamanos resultaron ser una de las partes más cómodas y bonitas de la travesía.

Largos pasamanos antes del vivac

Largos pasamanos antes del vivac

Después, tan sólo cien metros de cómoda galería hasta llegar a un antiguo vivac donde bebimos agua, descansamos y nos comimos otro estupendo bocadillo.

Vivac

Poco antes del vivac

Desde allí, en cinco minutos a la Bifurcación y comenzar el ascenso de los pozos de T1.

Llegamos a la plataforma de T1 a las 4 de la mañana, cansados pero emocionados, como no es para menos despues de 14 horas de actividad.

Unión con T1

En las estupendas praderas del Turbón pernoctamos y a la mañana siguiente, a reanudar el pateo hasta Bujaruelo.

Salida por T1

Campamento en T1

Fin


Amigos, ¡qué tendrán las cuevas que nos hacen hacer estas cosas!

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