Campamento Internacional Garma-Ciega 2022


 

Llevábamos tiempo esperando esta salida planeada hace varios meses, cuando decidimos incribirnos como participantes del Campamento Internacional  Garma Ciega- Cellagua que organiza el ESOCAN.

El año anterior ya habíamos entrado por Garma Ciega tras ponernos en contacto con Martín y cambiamos los anclajes de la zona fósil después del Comedor por Inox. La pena fue que debido a la lluvia incesante de toda la semana tuvimos que darnos la vuelta a la altura de la Sala Blanca por la cantidad de agua que ya nos caía por los pozos. Nos quedamos con las ganas de llegar hasta la sala Titanes … ahora volvemos y esta vez haremos la travesía saliendo por Cellagua.

En principio nos apuntamos al plan Jorge, Dani, Azahara y la que os escribe Alicia. Pero no tardó en apuntarse también Rafi (Abismo) y a última hora nos llaman Ruben y Ana (Nosolocuerda) sumándose al grupo. Genial! somos un buen equipo!

Salimos el miércoles, 13 de Julio después de comer, cargados de material y muchas ganas de espeleo. Teníamos en mente hacer alguna travesía mas después de Garma Ciega. Ruben estaba todo empeñado en entrar por Mazo Chico hasta el Mortero del Crucero, también queríamos ir a Sel del Haya Cobijón porque algunos no la conocían y queríamos también probar la nueva ferrata de Callejo Madero… muchas cosas y pocos días, pero si nos organizábamos bien daba tiempo, otra cosa sería ya el aguante de cada cuerpo con tantos días seguidos de actividad, vamos a por ello!

Dani, Azahara y yo nos encontramos con Jorge y Rafi en Sotopalacios (Burgos), habíamos salido prácticamente a la vez y paramos a tomar un descansito con refrigerio. Ana y Ruben salían mas tarde y llegarían para cenar con nosotros en el albergue.

Nosotros llegamos a una muy buena hora, con lo que nos dio tiempo de sobra a descargar y disfrutar del albergue y sus vistas en pleno valle de Soba, un paraíso de tranquilidad con esos verdes intensos en contraste con la caliza blanca de los imponentes Mazos enfrente, nunca me canso de admirar esta tierra! y el albergue esta enclavado en solitario en este bello paisaje.

Albergue de Soba

Albergue de Soba

Ruben y Ana están ya bajando el puerto de La Sia desde Espinosa de los Monteros, aunque parece ser que les retiene una caravana… de vacas, jaja

Entre tanto nosotros mantenemos una charla mientras se van haciendo los macarrones para la cena

 

 

Ruben y Ana llegan al albergue justo cuando ya estamos con los platos sobre la mesa, cenamos y a continuación un breve briefing para planificar la actividad. Nos vamos a dormir que mañana hay que madrugar. Con estos calores hay que hacer la aproximación temprano antes de que el sol nos de de lleno.

 

GARMA CIEGA  – CELLAGUA

Jueves 14, ha llegado el día! Nos metemos entre pecho y espalda un magnifico desayuno que nos han dejado preparado los dueños del albergue, ya que quedamos con ellos en que a esas horas ten tempranas no iban a venir a propósito para darnos el desayuno. Tostadas con deliciosa mantequilla y mermelada casera acompañada de buen cafe nos pone las pilas.

Cargamos los coches y nos vamos a coger la pista de Entremazos, la subida después de la plataforma ha sido hormigonada y apta para cualquier vehículo, por lo que llegamos sin problema a las praderas del Mortero del Crucero. Allí dejamos los coches.

Nos vestimos de romanos, la temperatura es agradable, pero el sol no tardará en calentar. Desde aquí no tardamos mas de 15 o 20 minutos. Rodeamos el Pico Tejes llegando a una zona con dolinas entre lapiaces y no tardamos en encontrarnos ante el paraje en el que se encuentra la boca de Garma Ciega. Es un lugar especialmente bonito y la boca es espectacular.

 

 

Nos terminamos de equipar y comenzamos el descenso de los primeros metros, notando ya el cambio de temperatura.

 

Espectacular boca de entrada a Garma Ciega

Nos quedan por delante los 433 metros de vertical hasta alcanzar la base del pozo final.

Los primeros pozos son amplios y disfrutones, vamos dando el «libre» adentrándonos poco a poco en las profundidades.

 

                   

 

A partir de la sala del Comedor, accedemos por unos pasamanos a una zona fósil de la sima para mas tarde conectar con los meandros, esta zona estrecha e incomoda va alternando pequeños pozos y resaltes por los que corre algo de agua, pero nada comparado con lo que vivimos la vez anterior en la que acabamos completamente empapados. Ahora la sima esta bastante seca y no nos mojamos mas que los pies.

Para nuestra sorpresa, a esta profundidad nos encontramos una pobre rana que debió de caer por los pozos buscando la humedad de la cavidad (esa es nuestra teoría) aunque tengo mis dudas, dado la altura de algunos pozos lo normal es que se hubiese matado en alguno. Quizá vino por otra entrada… a saber!

 

 

En cualquier caso, el pobre animal ahí abajo tiene los días contados, decidimos meterla en un bote estaco y soltarla fuera, haría la travesía sin cansarse, y sin enterarse.

Una vez en la Sala Blanca, tan seca que no tenia ningún aporte de agua, nos dirigimos hacia la Unión con las galerías del Cañon de Cellagua. Pero en vez de seguir en direccion a Cellagua hay que desviarse a a izquierda para llegar a la gran Sala Titanes. Si te pierdes eres ciego!

 

 

No tardamos mas de 15 minutos en llegar al magnifico vivac de Titanes, donde dejamos las sacas y los equipos.

 

 

Ya descargados del peso de las sacas, decidimos irnos a dar una vuelta por las galerías en dirección al Sifón. La verdad que sorprende el volumen y la altura que toman los techos.

 

                             

 

Esta galerías te hacen descender de manera continua entre bloques y resaltes, acabamos bajando hasta la cota de los -700 mts. hasta llegar al río, no sin antes pasar por la Sala de la Estrella, que suponemos debe su nombre a la multitud de cristales que hacen que sus paredes brillen. También tiene bellos rincones decorados con formaciones de calcita

 

 

Nos damos la vuelta, que ahora es cuesta arriba!

Volvemos al vivac cuando son las 3 de la tarde, hora de comer cómodamente instalados en una de las tiendas y vámonos que nos espera el largo Cañon de Cellagua, espero que el río no nos moje mas de lo necesario.

Y así es! las aguas van bajitas y tranquilas.

 

 

Pero no todo es pasear, mas bien los tramos como el de la foto son escasos, el cañón no te lo pone fácil y prácticamente todo el tiempo vas peleando con bloques… por arriba, por abajo, ahora trepo, ahora oposición por arriba, ahora retrepo … uff que largo el condenao!!

En uno de eso tramos amables, decidimos parar un momento para que el «rano» también disfrutase la travesía y se mojase un poco

 

 

En los últimos tramos, el cañón se encajona dando lugar a zonas completamente inundadas por aguas profundas que se sortean a través de pasamanos, un tanto holgadillos que te obligan a subir pies y meter culete para no acabar con él en el agua, pasamos un ratito divertido ahí, sobre todo Jorge, que con lo grande que es casi se tiene que hacer «hombre bola» para no dar en el agua.

 

 

En unas 3 horas desde que abandonamos el vivac de Titanes, estábamos ya en la base de los Pozos de Cellagua. Listos para disfrutar de los casi 300 metros de pozos que nos separan de la salida.

 

 

Son de unas dimensiones espectaculares! son los bellos pozos de Cellagua! Inconmensurable la subida por el fantástico P-80 con un ultimo tramo en volado con todo el «patio» a tus pies.

En un momento de la subida, oímos un estruendo como de una piedra de buen tamaño cayendo, los de abajo nos asustamos pensando que le daría a alguien. Azahara pegó un grito, solo por el susto, vio que algo caía desde arriba hacia ella, pero paró en la base del pocete anterior. Resulto ser el casco de Rafi!. Se le había soltado el enganche de la barbilla, milagrosamente el casco sobrevivió al golpazo, pero Rafi se quedo a oscuras y tuvo que esperar hasta que Azahara se lo subió hasta donde estaba… madre mía! que aguante el del frontal que seguía luciendo!

Cuando terminas el P-80 ya estas prácticamente en la calle, últimos pasamanos y una puñetera estrechez para terminar sacando la cabeza por el sumidero.

Aun hay luz, pero ya esta anocheciendo. Todos fuera, abrazos y que bien se nos ha dado!

Ahora nos queda la caminata cuesta arriba por toda la depresión de Cellagua, por el camino de repente vemos otro «rano» igualito al nuestro, y otro… eyy! aquí esta su pandilla, le soltamos con sus amiguitos, solo espero que no vuelva a caer de nuevo por algún agujero, que para eso de los agujeros oscuros ya estamos nosotros, jeje.

Llegamos al coche a eso de las 11 de la noche y mientras nos cambiamos a Ruben se le ocurre que podríamos ir a cenar a Coventosa.

– Pero Ruben, a estas horas? El restaurante ya estará cerrado cuando queramos llegar allí

-Que no! que llamamos a Margari y nos da de cenar cuando lleguemos

– Margari te va a mandar al carajo!

LLama a Margari y le dice que somos 7 espeleólogos que acabamos de salir de cueva y estamos hambrientos.

Resultado: a las 12.30 estamos en Coventosa, sentados en la terraza degustando unas rabas, croquetas de cabrales y esperando que Margari nos prepare unos suculentos solomillos a la plancha.

Dios! que bueno todo!… Mil gracias a Margari por dar de comer a unos hambrientos espeologos!

En la sobremesa, disfrutando del fresquito de la noche, hacemos planes para el día siguiente. La primera intención era hacer algo en plan relax y que nos llevase poco tiempo, dado que nos acostaríamos tarde. Lo ideal hubiese sido irnos a la ferrata de Callejo Madero, pero Rafi no había traído el equipo de ferratas, así que cambiamos el plan. Ruben sigue empeñado en entrar por Mazo Chico, pero esta travesía pinta dura, hay muy poca información y lo poco que yo he conseguido habla de meandros estrechos con agua y techos bajos… suena a arrastrarte por el rio como los sapos.

Conseguimos convencer a Ruben para hacer la travesía de Sel del Haya y dejar Mazo Chico para el día siguiente (a ver si mañana esta mas cansado y se le quitan las ganas jeje)

 

SEL DEL HAYA – COBIJON

Al día siguiente sin madrugar mucho, después de desayunar, recolocamos material y recogemos los equipos y monos que habíamos puesto a secar.

Nos vamos hacia el Sistema de Udías, en dirección a Cabezón de la Sal.

Haremos combinación de coches, dejando uno de ellos en el Pueblo de Rodezas, cerca del cual se encuentra la salida por la Cueva de Cobijón. En los otros dos coches, partimos todos hacia la mina de Sel del Haya.

Los coches los dejamos prácticamente al lado de la boca mina, la aproximación andando es cero, así da gusto!

Nos cambiamos y estamos listos para entrar.

 

 

Como habéis podido comprobar esta travesía de nivel medio, comienza por un agradable paseo por las galerías de la mina.

 

 

Antes de llegar a la primera gran rampa, nos desviamos para visitar la estación de bombeo, nuestra intención es comer allí unos bocadillos antes de continuar, pero se ha producido un derrumbe en la galería, su acceso es arriesgado, de hecho esta cortado por unas cintas para que no pases. Decidimos comer antes del derrumbe y volvemos sobre nuestros pasos hacia la rampa.

Continuamos en dirección de la travesía por las galerías de mina, es curioso ver como continúan allí vestigios de la actividad minera.

Si vas cogiendo las galerías correctas acabarás topandote con un antiguo torno justo antes de bajar la segunda rampa

 

 

Esta segunda rampa tiene mas pendiente que la anterior, aunque se baja bien por unos escalones tallados a su izquierda. Cuando termina la rampa empezamos a ver los soplados que conectan la mina con la cavidad natural pasando junto al desfonde del gran pozo que se abre a nuestra izquierda.

Enseguida llegamos a la vieja escalera metálica que tenemos que bajar y nos dejara ya en las galerías naturales de la cueva.

Escalera metálica

 

A partir de aquí continuamos por el gran cañón superando un par de conos de piedras, producto de los desechos de la mina.

Nos encontramos con el río, en esta ocasión va muy bajo y las bellas zonas de gours han perdido parte de su encanto al estar totalmente secos, aun así  siempre hay lugares especiales en los ríos subterráneos.

 

 

Tenemos que cruzarlo en varias ocasiones y la mas reseñable es en la que el rio se encañona sobre nuestros pies y llegas a una repisa a unos 20 mts de altura sobre el agua.

Tenemos dos opciones, unos bajamos por una cuerda con un péndulo que te guía al otro lado del río y otros deciden usar la tirolina. Que hoy el rio va tranquilo, pero cuando lleva buena carga de agua es un espectáculo pasarla con el agua rugiendo bajo tus pies.

 

Espectacular tirolina sobre el rio

 

Seguimos bajando rio abajo, unas veces cerca del agua, otras hay que subir un poco para volver a bajar.

Llega un momento que tienes que abandonar el cauce por la izquierda para coger una cuerda que nos sube a un nivel superior. Justo antes de coger la cuerda encontramos una zona de goteos con pisolitas (formaciones con forma de canicas, no intentes cogerlas)

 

 

En el nivel superior existen muchas formaciones y rincones muy concrecionados, es la zona mas bonita de la travesía. Primero encontramos un curioso puente de roca, que da «no se que» no vaya ha ser que no aguante, aunque seguro que si… pero y si no. En cualquier caso, no hay que cruzarlo para seguir la travesía, sino dejarlo a mano izquierda.

 

 

Continuamos pegados a la pared derecha, y bien pegados! porque es una zona muy expuesta con una buena torta a la izquierda.

Pasado el peligro, la galería se vuelve cómoda y realmente bonita. Aparecen formaciones por todas partes y debido a esto se encuentra balizada en todo su recorrido.

 

 

 

 

Terminado el tramo balizado, tenemos una senda que finalmente nos baja de nuevo al rio, avanzaremos aguas arriba, unas veces entre bloques y otras en cómoda arena. En algunos puntos el agua se embalsa obligándonos a subir  algunas rampas para luego descender de nuevo al agua.

En el ultimo tramo de rio encontramos un ultimo embalsamiento que salvaremos por una pequeña ventana que se abre a mano izquierda a un par de metros del agua.

 

Paso estrecho que salva el embalsamiento del río

Tras este paso estrecho, cruzamos una gatera amable y ya solo queda avanzar unos metros mas por el rio de forma cómoda. En esta zona es increíble mirar hacia arriba y ver los restos que deposita el rio cuando entra en carga, vi una especie de bote blanco a unos 5 mts sobre mi cabeza encajado sobre una grieta en la pared del cañón, madre mía! y ahora tan solo nos llega el agua a los tobillos!

Vamos atentos a la pared izquierda porque no tardará en aparecer la cuerda que nos sube a los pasamanos de salida y como esta embarrada te la puedes pasar porque se queda casi camuflada con la pared.

Alli esta! ahora empieza la parte mas divertida! Larguísimos pasamanos a varios metros sobre el rio para evitar las zonas mas profundas.

Tienen pasos en los que usaras el ingenio o la fuerza. Péndulos, cambio de aparatos, oposición, cuerda de nudos… todo un parque de aventura!

 

               

 

Terminamos los pasamanos y de nuevo en el río solo queda avanzar unos metros mas para volver a cruzarlo por ultima vez, ya con la luz del exterior que entra por la boca de Cobijon.

 

Estamos fuera, todo contentos y felices!

 

 

Desde la boca bajamos una rampa barrosa con la ayuda de una cuerda y salimos a las praderas ascendentes que nos separan del pueblo de Rodezas donde hemos dejado el coche

 

 

De vuelta al pueblo, justo cuando llegamos al coche para cambiarnos de ropa, vemos a Rafi ponerse serio … «me he dejado las llaves del coche en uno de los otros que hemos dejado en la mina»

No me jod**! No, es broma, nos esta tomando el pelo! Todos le escudriñamos el gesto y el sigue muy serio…. Noooo! es cierto! con el calor que hace!

Ala! los chicos se quitan toda la ropa de cueva y se van en paños menores y botas de agua andandito hasta la mina… que pintas! jaja

La chicas nos quedamos esperando y yo veo una fuente en la plaza, me voy para allá a quitarme la mugre, había unos niños jugando en la placita que me miraban con cara rara.  Lo entiendo… si vieron pasar a los chicos antes que a mi jjjjjjj.

Si es que si no liamos alguna parece que no disfrutamos!

Al final hoy tampoco cenamos pronto.

Llegamos tarde al albergue, justo para cenar y planear el día siguiente.

Rafi se marcha, y el resto?…. Ruben: Mazo Chico, Mazo Chico, Mazo Chico.

No tengo ganas de «hacer el sapo», les propongo que les monto las cuerdas del Crucero y les espero en la playa… Azahara se une a mi plan (chica lista)

 

MAZO CHICO

Volvemos al ataque! Hoy nos dividimos. Jorge, Dani, Ruben y Ana se van a Mazo Chico. Azahara y yo entraremos por el Crucero dejando la sima equipada y Rafi se marcha.

Azahara, Rafi y yo como tenemos tiempo nos vamos a Ramales a recoger las camisetas conmemorativas del Campamento, nos despedimos de él en Ramales y nos vamos para Entremazos de nuevo.

Pasamos por la depresión de Cellagua y vemos el coche de Ruben aparcado, ya estarán dentro. Nos bajamos para intentar localizar a lo lejos, mas o menos por donde anda la Sima.

Continuamos nuestro camino aparcando el coche a escasos metros de la sima. Comenzamos a equiparnos y en ese momento todas las vacas de la pradera empiezan a venir hacia nosotras, debieron pensar que éramos otros jeje. El caso es que se quedaron dando vueltas por nuestro alrededor.

Mientras equipaba el primer pozo, Azahara se había metido ya en el pasamanos previo a la cabecera buscando la sombra y el frescor de la cavidad.

Andaba yo entretenida buscando el spit mas idóneo cuando escuchamos a las vacas rondando la zona y la oigo decir a Azahara:

A que me cae una vaca encima! 

-Ja, ja, ja en serio estas pensando en eso ahora?

-Te imaginas que salgo en las noticias… «Una espeleóloga muere en un pozo por la caída de una vaca»

A esta muchacha la ha dejado afectada la caída del casco de Rafi, y ahora se imagina toda clase de cosas cayéndole encima! pero no puedo quitarme de la cabeza la imagen de una vaca cayendo por el pozo y bajo sin parar de reír.

Una vez en fondo, avanzamos hasta el río para ver el nivel del agua. Nada! baja con muy poco caudal y mas que un río parece un riachuelo. Me propongo seguirlo aguas arriba en dirección a Mazo Chico, avanzo unas decenas de metros y empieza a ser algo mas que un placido paseo. Miro atrás y no veo la luz de Azahara… no me sigue y si no he querido entrar en Mazo Chico a hacer el «sapo» no tengo ninguna intención de pasar la mas mínima penalidad en el Crucero.

Le grito a Azahara que me doy la vuelta para que no venga… no tenia ninguna intención, estaba tranquilamente sentada en un bloque zampándose una bolsa de gominolas. Me uno a su plan.

Estuvimos un rato charlando mientras dábamos cuenta de las gominolas y barritas. Decidimos salir, pero antes les dejamos a los de Mazo Chico varias marcas e hitos para que no se pasasen la conexión, si es que conseguían llegar hasta allí.

Cuando salimos, ahí estaban las vacas, parece que estuvieran esperándonos, casi tengo que empujarlas con el morro del coche para que nos dejasen salir.

Nos vamos a la depresión de Cellagua e intentamos localizar la boca de Mazo Chico. Misión imposible, dimos unas cuantas vueltas con la track en la mano, pero no aparecía el dichoso agujero. Con un sol de justicia sobre nuestras cabezas decidimos abandonar e irnos a comer unos bocatas a la sombra en el bosquecillo que hay bajando por la pista.

Eran sobre las 5 de la tarde y pensando que estos de Mazo Chico aun podían tardar bastante decidimos irnos a la playa hasta que nos llamasen.

Camino de la playa, cuando estábamos bajando por Ason, nos llega un wasap, es Dani, ya están fuera. A tomar por saco! no hay playa! Quedamos en encontrarnos en el albergue de Coventosa, donde dormiríamos esa noche.

Se habían dado la vuelta en Mazo Chico, al parecer había que hacer mucho el «sapo» y no había ganas, mas sin saber mucho de la travesía, ni cuanto podía alargarse la penuria.

Por lo que nos contaron, tardaron un rato en encontrar la entrada porque la track no estaba bien, menos mal que Ruben y Ana ya habían estado y dieron con ella unos metros por debajo del árbol por el que nosotras pasamos dejándolo a la izquierda, ainsss! tuvimos la sima debajo de nuestro trasero!

 

Buscando la boca

 

La entrada es un pequeño agujero que da paso a una corta galería, antes de la cabecera del primer pozo.

 

Entrada de Mazo Chico

Van bajando la sucesión de pozos, que a juzgar por la fotos son muy chulos.

 

Llegan a el péndulo en el que ya abandonan las verticales, por lo que nos cuentan mientras estas maniobrando la aproximación hacia la pared contraria tienes un buen patio bajo tus pies.

 

El péndulo

 

Comienzan su andadura por un meandro estrecho y serpenteante.

 

El meandro comienza a bajar cada vez mas su techo con la aparición de agua, llegando un momento que hay que arrastrarse por el agua. Aquí deciden darse la vuelta.

Salen con la idea de una futura incursion por el Crucero, para ver si desde allí el avance es mas cómodo y se pueden reconocer los cruces.

Salida

Con parte del trabajo hecho, ahora les queda acercarse hasta el Crucero para recoger las cuerdas que hemos dejado puestas Azahara y yo.

Desinstala Jorge mientras Dani le acompaña quedándose en el pasamanos, las vacas siguen por allí y Dani le comenta a Jorge.

A ver si se va a caer una vaca!

A que me suena?… si es que son tal para cual!

 

Nos encontramos todos en Coventosa, hay mas espeleólogos por allí y entre ellos nos encontramos con algunos conocidos, como Yulia, que últimamente solo me la encuentro por Cantabria, porque será?

Tras varias charlas animadas sobre nuestras aventuras nos disponemos a cenar, pero Dani se empieza a encontrar mal y decide irse a recostar. Poco después es Ruben quien empieza a sentirse indispuesto… vaya! van cayendo los de Mazo Chico, eso es que han pillado la Mazochicosinosis!

Al día siguiente están mejor, pero siguen con el estomago revuelto, y para colmo nos escribe Rafi diciendo que el también esta fastidiado con una gastroenteritis. Los demás de momento estamos bien, pero decidimos dejar el plan de hacer la ferrata y volver a casa mas pronto. Ya la haremos en otra ocasión en la que estemos todos bien, no se va a mover de ahí!

 

Han sido unos días fantásticos a tope de actividad!

Nos veremos en la próxima, como siempre un placer chic@s!!

 

Alicia Garcia.

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